Salario mínimo en México 2026 subirá y entrará en vigor a partir de enero

Salario mínimo en México 2026 subirá y entrará en vigor a partir de enero

El salario mínimo en México registrará un aumento para 2026, una decisión que impactará a millones de trabajadores del país. La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) acordó un incremento con el objetivo de mitigar la pérdida del poder adquisitivo frente a la inflación y mejorar el ingreso de los trabajadores con remuneraciones más bajas.

A partir del 1 de enero de 2026, el salario mínimo general sufrirá un ajuste que lo llevará a una cifra superior a la vigente en 2025. Aunque el porcentaje definitivo de incremento fue determinado tras análisis económico y social, autoridades federales confirmaron que el aumento será significativo, buscando equiparar el ritmo de la inflación en la mayor medida posible y responder a las demandas de organizaciones de trabajadores.

¿Qué se espera del aumento?

Organismos laborales han señalado que este ajuste permitirá a los trabajadores con menores ingresos cubrir, aunque de manera parcial, los costos más básicos de la canasta alimentaria y servicios esenciales. Aunque el incremento del salario mínimo no necesariamente se traduce en una subida automática para todos los trabajadores; debido a contratos y topes salariales específicos, sí establece un referente para elevar sueldos en sectores formales e informales.

La actualización del salario mínimo entrará en vigor el 1 de enero de 2026, lo que significa que los empleadores deberán aplicar el nuevo monto desde el primer día del año. Sectores productivos, cámaras empresariales y colegios de contadores ya han sido notificados a través de comunicados oficiales por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para adecuar sus nóminas conforme a la nueva disposición legal.

La medida también plantea un escenario desafiante para microempresarios y pequeñas unidades económicas, especialmente en regiones con menor dinamismo económico. En lugares como Puebla, propietarios de negocios pequeños han expresado preocupación por el incremento en los costos laborales que podría impactar sus estructuras de ingreso y competitividad, advirtiendo que algunos podrían verse forzados a reajustar sus operaciones o trasladar costos a los consumidores.

Empresarios han pedido estímulos fiscales, créditos blandos o apoyos temporales durante los primeros meses del año para suavizar el efecto del aumento salarial, argumentando que un alza brusca podría reducir la contratación de trabajadores informales o causar despidos si los costos no se compensan con una mejora en el volumen de ventas u operación.

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