Este domingo, en un final trepidante en el Gran Premio de Abu Dabi, Lando Norris se consagró campeón mundial de la Formula 1 por primera vez en su carrera. Terminó en tercer lugar, lo que le bastó para superar por solo dos puntos a Max Verstappen y adjudicarse el título.
Verstappen ganó la carrera en Yas Marina, pero el triunfo no le alcanzó para arrebatar el título. Pese a imponer dominio en la pista, necesitaba que Norris quedara fuera del podio.
Oscar Piastri, compañero de Norris en McLaren, terminó segundo en la carrera, pero sus puntos no fueron suficientes para disputarle seriamente el título al británico, quedando 13 puntos por detrás en la tabla final.
Con 423 puntos contra 421 de Verstappen, Norris se convirtió en el undécimo piloto británico campeón de F1 y convirtió a McLaren nuevamente en una escudería ganadora en pilotos algo que no sucedía desde 2008.
La clave del título fue la combinación entre una estrategia acertada de McLaren y la solidez del piloto bajo presión:
A pesar de partir segundo en la parrilla y verse rebasado por su compañero en la primera curva, Norris se mantuvo con calma y escaló posiciones cuando fue necesario.
Durante la carrera, resistió los ataques de rivales como Charles Leclerc, y controló su ritmo sin cometer errores, consciente de que el tercer lugar le bastaba para ganar el campeonato.
Cuando un incidente con Yuki Tsunoda generó polémica el piloto de Red Bull fue penalizado con cinco segundos por una maniobra considerada ilegal, Norris mantuvo la calma y se benefició de la sanción.
El triunfo de Norris rompe la hegemonía de cuatro años consecutivos de Verstappen como campeón.
Para McLaren representa un regreso triunfal al nivel más alto de la F1. El equipo británico no obtenía un título de pilotos desde 2008.
Norris, con 26 años, confirma su paso de promesa a vigente campeón mundial, tras una temporada marcada por consistencia, competitividad y madurez en pista.


