Tailandia ordena arresto contra la copropietaria de Miss Universo por fraude de casi un millón de dólares

aprehensión contra Anne Jakkaphong Jakrajutatip

Las autoridades de Tailandia emitieron una orden de arresto contra Anne Jakkaphong Jakrajutatip, copropietaria del certamen Miss Universo, en el marco de un proceso penal por supuesto fraude, luego de que la empresaria no compareciera a una audiencia clave este 25 de noviembre de 2025.

El tribunal del Distrito Sur de Bangkok determinó la orden tras considerar que su inasistencia, sin previo aviso, la convertía en un “riesgo de fuga”.

El caso se originó a raíz de una denuncia interpuesta por un inversionista, quien afirma que en 2023 compró bonos corporativos de la firma JKN Global Group, empresa de la que Anne era la principal accionista, por un monto cercano a los 30 millones de baht (aproximadamente US$930,000), inversión que habría resultado en pérdidas

La compañía JKN enfrentó serios problemas financieros desde 2023: incumplimiento de pagos a inversionistas, entrada a un proceso de reestructuración de deuda en 2024 y acusaciones ante la Comisión de Valores de Tailandia por supuesta falsificación de estados financieros.

En junio de 2025, Anne renunció a sus cargos ejecutivos, aunque conservó la condición de mayor accionista.

El tribunal fijó una nueva audiencia para el 26 de diciembre de 2025, pero por el momento, el paradero de Anne es desconocido. Algunos medios señalan que podría haber salido del país.

Este suceso ocurre en medio de un contexto convulso para el certamen de belleza: la reciente edición 2025 estuvo marcada por diversas denuncias de irregularidades, lo que complicó aún más la imagen pública de la organización.

Desde JKN se han limitado a señalar que estos procedimientos judiciales son independientes de las operaciones del certamen. Hasta ahora, no se ha confirmado una postura oficial de Anne tras la emisión de la orden.

El caso continúa generando expectativas: si las autoridades logran ubicar a Anne, podría enfrentar cargos penales por fraude e influencia indebida.

Mientras tanto, la controversia resalta los riesgos legales y reputacionales que conllevan las inversiones corporativas en conglomerados globales vinculados al entretenimiento y el espectáculo.

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