Un avión de carga de UPS Airlines se estrelló este lunes poco después de despegar del Aeropuerto Internacional Muhammad Ali de Louisville, en Kentucky, dejando al menos siete fallecidos; incluyendo los tres tripulantes y al menos 11 heridos en el suelo. El avión, un McDonnell Douglas MD-11 de 34 años de edad, se dirigía a Honolulu, Hawái, con destino programado.
El incidente ocurrió alrededor de las 17:15 horas cuando testimonios y datos preliminares muestran que el ala izquierda del aparato comenzó a arder mientras ascendía. El avión alcanzó unos 175 pies (53 metros) antes de descender abruptamente y estrellarse en una zona industrial cercana a la pista 17R.
Tras el impacto, una enorme bola de fuego y densa columna de humo se elevaron desde la zona del siniestro. Edificios y empresas cercanas resultaron afectados por las llamas. Se emitió un protocolo de shelter-in-place para un radio de 5 kilómetros alrededor del aeropuerto mientras los equipos de emergencia desplegaban un operativo para contener incendios y atender a víctimas.
El centro logístico de UPS en Louisville; conocido como UPS Worldport, fue impactado: ese hub procesa cerca de 2 millones de paquetes al día y emplea a unas 20 000 personas en la región. Las operaciones de carga aérea fueron suspendidas y se advierte que el impacto podría afectar las cadenas de logística de la compañía.
Las autoridades ya han comenzado las investigaciones oficiales. La Federal Aviation Administration (FAA) y la National Transportation Safety Board (NTSB) serán las encargadas de determinar las causas del accidente, aunque fuentes preliminares indican que podría haber habido una separación del motor o fallo catastrófico en el ala izquierda.
El avión transportaba gran cantidad de combustible; se estima que eran unos 38 000 galones, lo cual agrava el riesgo de incendio, y eso coincide con el hecho de que la aeronave perdió potencia rápidamente tras el despegue.


