La moda ante la IA: el riesgo no es perder el control, sino olvidar cómo crear

La inteligencia artificial está transformando la industria de la moda con una rapidez sin precedentes, pero según el más reciente seminario de Future Snoops, el verdadero peligro no radica en que las máquinas sustituyan la creatividad humana, sino en que las personas dejen de ejercerla.

Durante el encuentro virtual “Active Creation in the Age of AI”, Emma Grace Bailey, directora de Sostenibilidad de la firma de tendencias, advirtió que la industria ha entrado en una etapa donde el uso acelerado de herramientas generativas puede estar fomentando la comodidad creativa. “La IA no se va a detener, pero nosotros sí podríamos estar frenando”, señaló.

Las proyecciones son contundentes: entre 2025 y 2028, la inteligencia artificial podría aportar entre 150.000 y 275.000 millones de dólares al sector de la moda, la confección y el lujo. Sin embargo, ese crecimiento económico podría ir acompañado de una pérdida de originalidad si el diseño se convierte en un proceso automatizado.

Bailey explicó que el exceso de dependencia tecnológica, sumado a la presión por lanzar colecciones rápidas y rentables, ha llevado a muchas marcas a repetir fórmulas. “Hemos confundido reciclar con crear”, afirmó, en referencia a la tendencia de reformular ideas pasadas en lugar de innovar.

Por su parte, Lilly Berelovich, cofundadora y directora de visión futura de Future Snoops, destacó que los elementos que distinguen a la moda la intuición, la emoción y la imaginación humana siguen siendo imposibles de replicar por algoritmos. “La IA puede ser un amplificador de la creatividad, pero no su reemplazo”, subrayó.

El mensaje final del encuentro fue claro: la inteligencia artificial no debería dictar la estética ni los valores de la moda, sino actuar como una herramienta para liberar el potencial humano. En un momento donde la tecnología promete eficiencia y velocidad, la verdadera revolución podría residir en volver a imaginar con autenticidad.