Sanae Takaichi se convierte en la primera mujer en presidir Japón

Sanae Takaichi

El parlamento japonés eligió este martes a Sanae Takaichi como primera ministra, rompiendo así el techo de cristal en un país donde el liderazgo político ha sido tradicionalmente masculino. Su elección representa un hito histórico, aunque viene acompañada de retos considerables tanto por su perfil político como por el contexto de crisis que enfrenta Japón.

Takaichi, de 64 años, lidera el partido gobernante Liberal Democratic Party (LDP) y este martes obtuvo 237 de los 465 votos en la Cámara Baja, asegurando su posición como la 104.ª primera ministra de Japón. Sucede al también miembro del LDP Shigeru Ishiba, quien renunció ante la pérdida de mayoría parlamentaria de su coalición.

La elección de Takaichi marca el fin de una etapa dominada por líderes masculinos y abre expectativas sobre su estilo de gobierno, sus prioridades y la forma de encarar los problemas estructurales de Japón.

Prioridades anunciadas y perfil político

Conocida por su firme postura conservadora y su identificación con el legado del ex primer ministro Shinzō Abe, Takaichi ha dicho que su gobierno se centrará en potenciar la economía, reforzar la seguridad nacional y fortalecer la posición de Japón en Asia-Pacífico.

Sin embargo, su perfil también genera interrogantes: se opone al matrimonio igualitario, a la sucesión femenina al trono imperial y al uso de apellidos separados para cónyuges, posiciones que contrastan con las expectativas de avance en igualdad.

Desafíos inmediatos

Entre los retos más urgentes se encuentran:

  • Gobernar desde una posición parlamentaria débil, ya que su coalición no goza de mayoría automática.
  • Hacer frente a la inflación, al estancamiento económico y al envejecimiento poblacional que afectan a Japón hace años.
  • Navegar las complejas relaciones exteriores de Japón, especialmente con Estados Unidos, China y Corea del Sur, en un entorno de tensiones crecientes.

Aunque su nombramiento es un hito simbólico para la representación femenina en Japón; un país que ocupa posiciones rezagadas en igualdad de género, diversos analistas advierten que no necesariamente implica un avance real en políticas de igualdad. Su nombramiento se da en un entorno político en el que sólo cerca del 16 % de los escaños de la Cámara Baja están ocupados por mujeres.