Vinculan a proceso a Omar Bravo por abuso sexual infantil agravado

Omar Bravo Tordecillas, reconocido por ser el máximo goleador histórico del Club Deportivo Guadalajara y exseleccionado nacional, fue vinculado a proceso por el delito de abuso sexual infantil agravado, tras una audiencia de más de once horas celebrada en los juzgados de Puente Grande, Jalisco.

La decisión fue tomada por el juez de control, quien consideró que existían elementos suficientes para iniciar un proceso penal formal en su contra. Como medida cautelar, se dictó prisión preventiva oficiosa por seis meses, mientras se lleva a cabo la investigación complementaria, con un plazo de 30 días para su conclusión.

¿Por qué es acusado?

La denuncia fue interpuesta el pasado 30 de septiembre por una joven de 17 años, hijastra del exfutbolista. Según el abogado de la víctima, Juan Soltero, los abusos comenzaron cuando la menor tenía 10 años, y se habrían prolongado durante seis o siete años, en el mismo domicilio que compartía con Bravo y su madre, quien era pareja sentimental del acusado.

La madre de la víctima, al conocer los hechos, abandonó el hogar junto con sus otras dos hijas menores de edad, y se encuentra en proceso de determinar si ellas también fueron víctimas de situaciones similares.

La carpeta de investigación incluye 42 capturas de pantalla y un video que, según el abogado Soltero, evidencian los tocamientos con fines erótico-sexuales. Además, se realizó un dictamen psicológico que confirmó afectaciones en la menor derivadas de la violencia sexual.

Un elemento clave que motivó a la víctima a hablar fue una conversación con su novio, quien la alentó a contarle a su madre lo que había vivido. Esto desencadenó la denuncia formal ante la Fiscalía de Ciudad Niñez, especializada en delitos contra menores.

Consecuencias legales

El delito de abuso sexual infantil agravado está tipificado en el artículo 142 L del Código Penal de Jalisco. La pena base de tres a seis años puede elevarse hasta diez años de prisión debido a agravantes como:

  • La edad de la víctima (menor de 12 años en el primer evento).
  • La convivencia bajo el mismo techo.
  • El uso de violencia psicológica y amenazas, como condicionar el apoyo económico a la madre.

El abogado Soltero enfatizó que el testimonio de la víctima tiene un peso significativo en este tipo de casos, especialmente cuando otras pruebas son limitadas. La menor ya recibe atención psicológica privada para enfrentar las secuelas del abuso.

De confirmarse la culpabilidad, Bravo enfrentaría una condena de hasta 10 años de prisión. Por ahora, permanecerá recluido en el penal de Puente Grande, sin posibilidad de medidas cautelares distintas a la prisión preventiva.