¿Medicamento o refresco disfrazado? Crece debate sobre Electrolit y sus impuestos

Diputados del Partido Verde y del PT presentaron en la Cámara de Diputados una iniciativa que busca que los electrolitos orales dejen de considerarse medicamentos y se les grave con impuestos por su alto contenido de azúcar.

Los legisladores argumentan que estos productos no cumplen con normas de salud y que se comercializan como soluciones médicas para evadir impuestos, además de estar exentos de los sellos de advertencia nutricional que exige la Norma Oficial Mexicana NOM-051 para alimentos y bebidas azucaradas.

Cabe destacar que diversos estudios señalan que las fórmulas de las bebidas rehidratantes disponibles en México pueden contener hasta 3.5 veces más glucosa que las soluciones de rehidratación recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Debate en redes sociales

En plataformas digitales, usuarios se han manifestado tanto a favor como en contra de la iniciativa. Mientras algunos consideran necesario acciones que regulen este tipo de bebidas para fomentar un consumo responsable, otros señalan que se trata solo de una excusa para recaudar más dinero.

Lo cierto es que la bebida Electrolit, con sus niveles de azúcares y electrolitos, puede ayudar a rehidratar tras episodios de diarrea, vómito, insolación o ejercicio intenso. Sin embargo, su consumo excesivo puede generar efectos negativos en la salud, como:

  • Aumento de peso por exceso calórico.
  • Desequilibrio en los niveles de electrolitos.
  • Hipertensión debido a la alta concentración de sodio.
  • Mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares a largo plazo.

¿Son realmente bebidas medicinales?

Los diputados sostienen que en estas bebidas se privilegia el sabor sobre el objetivo terapéutico. En contraste, expertos en salud y bioquímica reconocen que cumplen con su función de rehidratación, pero advierten que no deben consumirse como sustituto del agua ni por personas con diabetes o sensibilidad a la glucosa.

Aunque superan los índices de glucosa permitidos para una bebida saborizada, siguen siendo útiles en casos de deshidratación extrema, aunque su uso principal debe ser bajo la recomendación de un profesional.

¿Qué pasaría si se aplican impuestos a los electrolitos orales?

De aprobarse la medida, estas bebidas tendrían que portar sellos de advertencia para informar sobre su alto contenido de azúcar y fomentar un menor consumo.

Además, se establecería una competencia equitativa en la que todas las bebidas saborizadas paguen los mismos impuestos. Se estima que la recaudación por estos nuevos impuestos podría superar los 5 mil millones de pesos anuales, recursos que serían destinados a fortalecer programas de salud y a la atención de enfermedades relacionadas con el consumo excesivo de azúcar.