La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ajustó al alza sus previsiones para el Producto Interno Bruto (PIB) de México este año, estimando un crecimiento de 0.8 % para 2025, mejorando desde su anterior pronóstico de 0.4 %. También revisó al alza la proyección para 2026, colocándola en 1.3 % frente al 1.1 % previo, gracias al despliegue de acuerdos arancelarios con Estados Unidos en el marco del T-MEC.
Señales económicas alentadoras
En una conferencia de prensa, la presidenta Claudia Sheinbaum destacó que diversas variables como producción industrial, exportaciones, empleo formal y recaudación tributaria, aunque aún moderadas, muestran comportamiento positivo, lo que consolida una recuperación incipiente del crecimiento económico.
Una encuesta reciente de Citi México reveló una leve mejora en las expectativas del mercado, ajustando su estimación de crecimiento para 2025 de 0.3 % a 0.4 %, vislumbrando un escenario menos adverso del previamente previsto.
A pesar de estas mejoras, el crecimiento proyectado sigue siendo bajo y refleja riesgos latentes:
- Persisten incertidumbres vinculadas con políticas arancelarias de Estados Unidos, condiciones internacionales de comercio y la negociación del T-MEC.
- La inversión privada todavía no termina de despegar, y sectores críticos continúan mostrando debilidad estructural.
- Expectativas inflacionarias, tipo de cambio y tasas de interés seguirán siendo factores sensibles que podrían afectar el ritmo de recuperación.
El Gobierno de Sheinbaum apunta estos resultados como evidencia de que sus políticas económicas, como el Plan México y la negociación de condiciones arancelarias más favorables, están dando frutos, a pesar de circunstancias externas adversas. La estrategia ha sido evitar pronósticos negativos, mantener disciplina fiscal y promover incentivos al empleo formal.


