Entre muros y barrotes, la palabra se convirtió en herramienta de libertad para cientos de personas privadas de la libertad que participaron en el 30° Concurso Nacional de Poesía Salvador Díaz Mirón y en la 31° edición del Concurso Nacional de Cuento José Revueltas, convocados por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) en coordinación con el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
En la edición de este año, 375 internos de 27 entidades presentaron poemas en las categorías de español y lenguas indígenas, mientras que 295 personas de 23 estados enviaron sus cuentos para competir en la justa literaria.
Los ganadores fueron: El Hombre, obra escrita en el Centro de Reinserción Social de Coatzacoalcos, Veracruz; Pensamientos, en lengua indígena, desde el penal Benito Juárez en Cancún, Quintana Roo; y El Nahual, cuento surgido del Centro de Reinserción Social Femenil en Nuevo León.
El jurado, integrado por Yelitza Ruiz, Antonio Guzmán y Audomaro Hidalgo, calificó aspectos como originalidad, redacción, síntesis, expresión emocional y riqueza del lenguaje.
Durante la ceremonia, autoridades subrayaron que estos concursos trascienden la premiación: son espacios donde se reconocen historias, sueños y testimonios que reflejan la capacidad creadora incluso en contextos de encierro.
“El arte y la literatura no solo forman parte de un proceso cultural, también representan un camino hacia la reinserción social y la transformación personal”, expresaron los organizadores.
Con estas iniciativas, el sistema penitenciario busca abrir nuevas oportunidades para que las personas privadas de la libertad puedan expresar sus vivencias, reconstruir su identidad y mantener un vínculo con la sociedad a través de la palabra escrita.
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