Autoridades capitalinas anunciaron la detención de 13 personas vinculadas al asesinato de Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de Gobierno Clara Brugada, y José Muñoz, su principal asesor, cometido el pasado 20 de mayo en calles de Calzada de Tlalpan. Tres de los detenidos estarían directamente implicados en la ejecución, mientras los demás participaron en el apoyo logístico del crimen.
Cadena criminal y ejecución planificada
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), liderada por Bertha Alcalde Luján, reveló que el ataque fue meticulosamente orquestado y ejecutado por al menos seis personas, en un operativo que incluyó vigilancia, uso de múltiples vehículos (una motocicleta, un Nissan Kicks, una camioneta Urvan, un Renault Fluence y un Chevrolet Optra), y una ruta de fuga hacia Iztacalco y finalmente al Estado de México.
La agresión habría sido preparada desde el 14 de mayo, día en que los criminales realizaron maniobras de vigilancia, pero el crimen fue pospuesto porque las víctimas no siguieron su rutina habitual.
La periodista Anabel Hernández divulgó que se encontraron casquillos de arma calibre 9 mm de uso exclusivo del Ejército Mexicano y una maleta con aproximadamente 1 millón de dólares dentro del vehículo de las víctimas, documentos que apuntan a posibles vínculos con el crimen organizado y tráfico de alto impacto.
Reacción política y conmoción social
Ximena Guzmán y José Muñoz eran figuras clave del equipo de Clara Brugada, con perfiles discretos pero influyentes. Su ejecución conmocionó a la administración local, a Morena y al público, considerado uno de los actos más graves contra funcionarios desde el ataque a Omar García Harfuch en 2020.
Analistas han señalado que el modus operandi sugiere participación del crimen organizado con capacidad operativa de alto nivel, y se especula sobre un posible mensaje intimidatorio ante recientes detenciones de capos.
Para desarticular la red criminal detrás del homicidio, se efectuaron 11 cateos simultáneos en CDMX y Estado de México, movilizando a la Sedena, Guardia Nacional, Fiscalía General de la República, entre otras corporaciones.
El pistolero que gatilló contra Guzmán y Muñoz sigue prófugo, así como el o los autores intelectuales. La investigación sigue abierta, con múltiples líneas activas y participación del gabinete de seguridad encabezado por García Harfuch.
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