Hoy Bolivia vive una jornada electoral histórica que puede romper con más de dos décadas de dominio político del Movimiento al Socialismo (MAS). Casi 8 millones de bolivianos están convocados a votar por presidente, vicepresidente, senadores y diputados, en una elección marcada por el deterioro económico, fracturas internas en el MAS y expectativas de cambio rumbo a la derecha.
Contexto crítico: economía, fragmentación y desencanto
Bolivia llega a las urnas en medio de su peor crisis económica en 40 años. La inflación roza el 24% anual, mientras escasez de combustibles y falta de reservas internacionales agravan el descontento social.
Simultáneamente, el MAS enfrenta una de sus peores crisis internas. La fractura entre el presidente saliente Luis Arce y el fundador Evo Morales ha fragmentado el partido, fractura que se evidencia en el surgimiento de figuras como Andrónico Rodríguez, quien, distanciado de Morales, compite como independiente, aunque con apoyo residual del oficialismo.
La derecha toma la delantera: encuestas y propuestas
Los aspirantes con mejores posiciones son dos figuras derechistas:
- Samuel Doria Medina (centroderecha), empresario y tres veces candidato presidencial. Promete estabilización económica en sólo 100 días, eliminando subsidios y abriendo el país a inversión extranjera, particularmente en el litio.
- Jorge “Tuto” Quiroga, exmandatario conservador y líder de la alianza “Libre”, propone reformas radicales, liberalización económica y enfrentar la escasez con políticas de austeridad.
Pese a liderar las encuestas con cerca de 20-25 % de la intención de voto, ninguno logra superar el umbral necesario para evitar una segunda vuelta.
Día de votación: líneas tranquilas, tensiones visibles
La jornada se desarrolló en un ambiente mayormente pacífico, con alta afluencia y pocos incidentes. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) reportó incidentes aislados, como pedradas hacia Andrónico Rodríguez en el Trópico de Cochabamba, señal del clima polarizado.
Junto a Rodríguez, otras voces resaltaron desafíos adicionales: la ex candidata Eva Copa lamentó la escasa participación femenina en la contienda y Abogó por mayor inclusión en futuros procesos electorales.
A pesar del pedido de boicot de Evo Morales, el proceso electoral se llevó a cabo con normalidad. Observadores de la OEA y la Unión Europea destacaron la vocación democrática del pueblo boliviano.
¿Qué sigue? Balotaje e incertidumbre económica
Si ningún candidato alcanza el 40 % de los votos válidos con una ventaja de 10 puntos, habrá una segunda vuelta el 19 de octubre, la primera en la historia del país según la constitución actual.
La nueva administración, sea quien sea, enfrentará una economía abatida: déficits elevados, deuda externa al alza, y alto riesgo de desestabilización social.


