Abejas causan entre 80 y 90 muertes al año en México, alerta la UNAM

Aunque suelen pasar desapercibidas, las picaduras de abeja causan más muertes al año en México que las mordeduras de serpientes o alacranes. Así lo advirtió Edgar Enrique Neri Castro, investigador del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, quien detalló que cada año mueren entre 80 y 90 personas por esta causa. Incluso cuando las víctimas reciben el antídoto a tiempo, los cuadros clínicos pueden agravarse, sobre todo en quienes ya padecen problemas renales.

México es líder mundial en incidentes por picadura de alacrán, con un promedio anual de 300 mil casos. Sin embargo, no todas las especies representan un riesgo médico: las más peligrosas habitan en el norte y centro del país. El equipo encabezado por el investigador Lourival Possani ha identificado 42 especies del género Centruroides, de las cuales 22 son tóxicas para los mamíferos, incluida la especie humana.

Respecto a las mordeduras de araña, se reportan entre dos mil y cuatro mil casos cada año. Las más peligrosas son la viuda negra (Latrodectus) y la araña violinista (Loxosceles). En estos casos, el veneno suele actuar lentamente: comienza con una pequeña lesión que se extiende con el paso de las horas. Si hay dolor, ardor o formación de ámpulas, es indispensable acudir al hospital. En caso de sospecha de picadura de araña violinista, se debe aplicar el antiveneno correspondiente.

México es reconocido a nivel mundial como uno de los principales productores de antivenenos. Desde el Instituto de Biotecnología, se trabaja para difundir el conocimiento científico sobre animales ponzoñosos entre personal médico, paramédico y cuerpos de protección civil, con el objetivo de salvar vidas mediante una atención oportuna y adecuada.

El problema no solo radica en la toxicidad del veneno, sino en la falta de información en comunidades rurales o marginadas, donde el acceso a servicios médicos especializados es limitado. En estos contextos, una picadura o mordedura puede resultar letal debido a la demora en recibir atención médica adecuada.

Por ello, el Instituto de Biotecnología insiste en la necesidad de campañas de información preventiva, entrenamiento a brigadas de salud comunitaria y mejora en la distribución de antivenenos en todo el país. La clave está en actuar con rapidez, pero también con conocimiento.