Trump impone nuevos aranceles a más de 60 países y reaviva tensiones comerciales

Trump impone nuevos aranceles a más de 60 países

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles un decreto presidencial que establece aranceles recíprocos de entre 10% y 41% a productos provenientes de más de 60 países, reactivando la política comercial proteccionista que caracterizó su primera administración. La medida, que entrará en vigor en siete días, ha provocado reacciones inmediatas tanto en el ámbito político como en los mercados internacionales.

Durante la ceremonia de firma en la Casa Blanca, Trump justificó la decisión al asegurar que “Estados Unidos ya no permitirá que otras naciones se beneficien injustamente de nuestros mercados”. Según el mandatario, los nuevos gravámenes responden a años de prácticas comerciales desleales por parte de países que, a su juicio, han impuesto restricciones o subsidios a sus productos mientras mantienen abiertas sus fronteras a los productos estadounidenses.

Los aranceles afectarán una amplia gama de bienes, incluidos productos industriales, manufacturas tecnológicas, maquinaria, textiles y alimentos procesados. Aunque la Casa Blanca no reveló públicamente la lista completa de países sancionados, fuentes cercanas al Departamento de Comercio señalaron que las economías más afectadas serán China, India, Brasil, Vietnam, Turquía, Corea del Sur y algunas naciones de la Unión Europea.

La orden ejecutiva incluye una cláusula que pospone su entrada en vigor por siete días, con el objetivo de permitir una ventana de diálogo bilateral con aquellos países dispuestos a renegociar sus acuerdos comerciales. Aun así, funcionarios de la administración Trump han advertido que esta medida “no es negociable en términos de principios”, ya que busca establecer una política duradera de reciprocidad en el comercio exterior.

Esta acción ocurre después de 120 días de tensiones crecientes entre Washington y varios socios estratégicos. Según un informe publicado por Aristegui Noticias, este periodo ha estado marcado por amenazas arancelarias, treguas parciales y acuerdos temporales que no lograron contener la frustración del gobierno estadounidense ante lo que considera un desbalance persistente en el comercio internacional.

representantes del sector empresarial expresaron preocupación por las posibles represalias comerciales y por el impacto que estos aranceles puedan tener en la cadena de suministro y en los precios al consumidor. La Cámara de Comercio de Estados Unidos advirtió que “los costos podrían trasladarse directamente a las pequeñas empresas y familias”.

En la Unión Europea, un portavoz de la Comisión Europea señaló que los aranceles son “injustificados y contrarios a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)”, y advirtió que se evaluarán contramedidas proporcionales. En tanto, China calificó la medida como “unilateral y perjudicial para la estabilidad económica global”.

El decreto representa un giro aún más agresivo en la política comercial de Trump, a pocos meses de las elecciones presidenciales. Analistas consultados por El Economista coinciden en que la medida tiene una fuerte carga electoral, dirigida a fortalecer su base política en estados industriales, donde el discurso del proteccionismo sigue siendo bien recibido.

Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones multilaterales han pedido cautela, argumentando que un nuevo ciclo de guerras comerciales podría desacelerar el crecimiento económico global, justo cuando se comenzaban a vislumbrar señales de recuperación moderada.

Con estas nuevas tarifas, Trump apuesta por endurecer las relaciones comerciales internacionales bajo la bandera del “America First”, desafiando las estructuras del libre comercio global y provocando, una vez más, incertidumbre en la economía internacional.