El lunes 14 de julio de 2025, el gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, oficializó la imposición de un arancel del 17.09% a las importaciones de jitomate fresco mexicano, una medida que ha generado fuertes críticas tanto en México como en sectores estadounidenses preocupados por el impacto en precios al consumidor.
La decisión, anunciada por el Departamento de Comercio estadounidense, se basa en el argumento de que el jitomate mexicano se estaba vendiendo por debajo del valor justo en el mercado, lo que, según autoridades estadounidenses, afectaba a los agricultores locales, principalmente en estados como Florida. La medida se da tras la cancelación del Acuerdo de Suspensión de 2019, que regulaba las exportaciones mexicanas de jitomate a EE. UU. y evitaba conflictos comerciales mayores.
El secretario de Comercio designado, Howard Lutnick, respaldó la medida al señalar que “es una forma de proteger la producción nacional”, mientras que el vicepresidente de la Florida Tomato Exchange, Robert Guenther, calificó el arancel como “una gran victoria” para los productores estadounidenses.
Rechazo desde México
En contraste, el gobierno mexicano calificó la medida como injustificada y perjudicial. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, aseguró que la decisión rompe con el espíritu del T-MEC y advirtió que podría haber represalias comerciales. “Estamos hablando de una acción unilateral que afecta directamente a más de 500,000 trabajadores agrícolas mexicanos y que elevará los precios para los consumidores en Estados Unidos”, declaró en conferencia de prensa.
Por su parte, productores mexicanos denunciaron que el arancel no sólo daña la competitividad del jitomate nacional, principal producto agroexportador después del aguacate, sino que pone en riesgo a miles de pequeños y medianos productores en estados clave como Sinaloa, Jalisco, Michoacán y San Luis Potosí. La Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR) estimó que las exportaciones podrían caer hasta un 20% en el segundo semestre del año.
Impacto económico binacional
Expertos advierten que la medida también tendrá consecuencias en el mercado estadounidense. Según estimaciones del propio Departamento de Agricultura de EE. UU., el nuevo impuesto podría provocar un incremento de hasta 10% en los precios minoristas del jitomate y afectar a la cadena de suministro, especialmente a supermercados, cadenas de restaurantes y consumidores finales.
Organizaciones civiles y grupos agrícolas estadounidenses también se han pronunciado contra la medida, alertando que la industria local no tiene la capacidad de cubrir la demanda nacional sin las importaciones mexicanas, lo cual podría derivar en escasez temporal y aumentos generalizados de precios.
Escalada comercial
Esta decisión se suma a otras acciones comerciales tomadas por Trump durante 2025, como nuevos aranceles al acero, aluminio, automóviles y autopartes. Analistas temen que estas medidas marquen el regreso a una política de proteccionismo comercial agresivo, similar a la implementada durante su primera presidencia (2017–2021), lo que podría tensar aún más las relaciones económicas dentro del T-MEC.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ya analiza rutas legales a través del mecanismo de solución de controversias del tratado, y no descarta aplicar medidas espejo o represalias dirigidas a sectores estratégicos estadounidenses, como los cárnicos, lácteos o agrícolas.


