Las pandillas armadas han tomado el control del 90 por ciento de Puerto Príncipe, capital de Haití, y continúan expandiéndose a zonas estratégicas, según advirtieron este miércoles altos funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ante el Consejo de Seguridad. La situación, calificaron, amenaza con llevar a un colapso total de la presencia del Estado en la nación más pobre del continente.
“La brutal violencia de las pandillas afecta todos los aspectos de la vida pública y privada”, afirmó Miroslav Jenča, secretario general adjunto de la ONU para Europa, Asia Central y las Américas. Señaló que, pese a los esfuerzos, ni la Policía Nacional de Haití ni la Misión Multinacional de Seguridad liderada por Kenia han logrado restablecer la autoridad del Estado.
Desde el asalto armado de grupos criminales en 2024 que obligó a la renuncia del entonces primer ministro Ariel Henry, Haití es gobernado por un frágil consejo de transición con el mandato de convocar elecciones en febrero de 2026. No se celebran comicios en el país desde 2016.
“Estamos presenciando la erosión profunda del Estado de derecho”, alertó Jenča. Por su parte, Ghada Waly, directora de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, denunció que las pandillas están imponiendo estructuras paralelas de gobernanza y servicios rudimentarios en los territorios que dominan.
Más de 4 mil asesinatos y desplazamiento masivo
El último informe de la Oficina Integrada de la ONU en Haití (BINUH) reportó un total de 4,026 homicidios intencionados en el primer semestre de 2025, lo que representa un aumento del 24 por ciento respecto al mismo periodo de 2024. Entre las víctimas hay 376 mujeres, 21 niñas y 68 niños.
Además, el desplazamiento interno ha alcanzado cifras sin precedentes: 1.3 millones de personas han huido de sus hogares debido a la violencia, triplicando la cifra de 2023 y multiplicándola por seis respecto a 2022, según el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos.
“Sin una mayor acción internacional, el colapso total de la autoridad estatal podría ser un escenario muy real”, concluyó Jenča, subrayando la urgencia de reforzar la respuesta global ante la crisis humanitaria y de seguridad en Haití.


