El ministerio de Sanidad informó este miércoles que el número anual de bebés nacidos cayó por primera vez en su historia por debajo de los 700.000 en 2024 en japón. El número exacto fue de 686.061 nacimientos, la cifra más baja desde que comenzó a registrarse la natalidad en 1899.
La baja en la tasa de fecundidad de japón se ha visto reducida por noveno año consecutivo, la reducción de 2024 fue de 41.227 bebes nacidos respecto a 2023. Las perspectivas de fecundidad alcanzaron un nuevo mínimo histórico de 1.15% un deceso del 0.5% respecto a la expectativa previa establecida en 2023.
Los nacimientos en Japón vieron su máximo histórico en 1949 con 2,69 millones y ha mostrado una tendencia descendente desde 1975, bajando del millón en 2016, menos de 900.000 en 2019 y menos de 800.000 en 2022.
El problema de natalidad traerá consigo un efecto dominó que afectará primero a las residencias, la seguridad social, los programas de atención necesitados y finalmente la economía nacional, las familias japonesas son conscientes de la problemática, una encueta realizada en 2021 por el Instituto Nacional de Estudios de población, ocho de cada diez parejas consideran que el coste de la educación infantil es un problema para tener más de un hijo.
El segundo motivo es la falta de espacio, a mayor cantidad de niños, más alta es la necesidad de metros cuadrados para su desarrollo, a esta problemática, el gobierno japón está intentado explotar los pisos vacíos de todo el país, mientras busca una solución para facilitar la transición a viviendas mas espaciosas.
Otra de las razones es que la población ve muy difícil conciliar la vida laboral con la familiar, esto por las largas horas de trabajo. Actualmente, exigen ayudas de 200 euros al mes por niño, hasta que cumplen 18 años, además los padres pueden solicitar el servicio de guardería para niños menores de 3 años, incluso si no se encuentran laborado.
Ante esta situación, el gobierno japones ha puesto en marcha diversas medidas para transformar el régimen laboral: las empresas estarán obligadas a permitir que los empleados con niños de edad preescolar de 3 años o más elijan entre opciones de estilo de trabajo; trabajo remoto, jornadas más cortas u horas de trabajo escalonadas, así como facilitar que los empleados con niños menores de 3 años, trabajen desde casa.


