El gobierno municipal de Puebla analiza otorgar un espacio al “sanador” rumano Mircea Gabriel Mihaila, quien desde hace semanas se ha vuelto viral en redes sociales por ofrecer supuestas curaciones en la vía pública. Aunque su técnica carece de sustento científico, autoridades estatales aseguran que está basada en principios psicológicos “probados”.
Samuel Aguilar Pala, secretario de Gobernación estatal, señaló que corresponde al gobierno municipal regular la actividad del extranjero. Detalló que mantiene comunicación con su homólogo municipal, Franco Rodríguez Álvarez, quien le confirmó que la administración de José Chedraui Budib busca un lugar para que el hombre pueda seguir ofreciendo sus servicios.
Aguilar Pala afirmó que la técnica de Mihaila “está científicamente probada en materia de psicología” y que no representa una actividad irregular. Aseguró que el rumano no altera el orden público ni incurre en actos ilícitos, por lo que el gobierno estatal está dispuesto a colaborar en lo necesario.
El autodenominado “sanador” trabajaba originalmente a un costado de la iglesia de La Compañía con una cartulina que decía: “Quito dolores”, pero debido a la atención mediática y las largas filas de personas que generaba, se trasladó recientemente al Paseo Bravo.
Una técnica sin respaldo científico
Pese a las afirmaciones oficiales, la técnica utilizada por Mihaila, conocida como “sanación espiritual”, figura entre las prácticas calificadas como pseudoterapias por instancias internacionales de salud pública. Según el Plan para la Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias del Ministerio de Sanidad de España, esta técnica carece de evidencia científica sobre su eficacia o seguridad.
El estudio, presentado por los ministerios de Sanidad y Ciencia en 2018, evaluó 138 prácticas alternativas. En su primera fase concluyó que 72, incluida la sanación espiritual, son pseudoterapias, ya que no cuentan con ensayos clínicos aleatorizados, revisiones sistemáticas ni metaanálisis que respalden sus efectos.
En el caso específico de la sanación espiritual, el análisis realizado por la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitaria de Cataluña (AQuAS) revisó 193 referencias y determinó que sus efectos no superan los del placebo en el tratamiento del dolor, la fatiga, problemas mentales o enfermedades como la artritis reumatoide.
Esta práctica se basa en conceptos no demostrados por la ciencia, como el “cuerpo energético”, y consiste en colocar las manos cerca del paciente sin contacto físico, con la intención de transmitir “energía curativa”.
La institucionalización del esoterismo
Pese a esta falta de sustento, el gobierno municipal de Puebla valora institucionalizar la presencia del “sanador” rumano con un espacio físico, lo que podría implicar una validación simbólica desde el aparato público a una práctica que no solo no ha probado su efectividad, sino que puede generar falsas expectativas en personas vulnerables o con dolencias reales.
Hasta el momento, no se ha informado bajo qué criterios se evaluará al sanador, ni si el espacio que se le otorgaría implicará algún tipo de supervisión sanitaria, fiscal o de protección al consumidor.


