El director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, lanzó una advertencia sobre el creciente número de casos de miopía entre niñas y niños de escuelas primarias públicas, un fenómeno que ya ha sido considerado como una “pandemia infantil” en otras regiones del mundo, particularmente en países de Asia.
Durante la 63ª Reunión Nacional del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu), Robledo presentó los resultados preliminares del programa ‘Vive Saludable, Vive Feliz’, el cual ha evaluado a más de 1.3 millones de estudiantes en 7,808 planteles escolares del país. Según el informe, el 33% de los menores presenta baja agudeza visual, muy por encima de los rangos estimados anteriormente, que iban del 9 al 16%.
“Estamos sorprendidos por la prevalencia de baja agudeza visual fuera del rango. Lo que estamos detectando puede ser más alto y está directamente relacionado con el uso continuo de pantallas y celulares desde edades tempranas”, explicó el titular del IMSS.
Este incremento preocupa a las autoridades de salud, ya que está ocurriendo en etapas clave del desarrollo infantil y puede afectar directamente el rendimiento académico, la interacción social y el bienestar emocional de los menores.
Robledo recordó que el fenómeno no es exclusivo de México: en países asiáticos, donde el uso de dispositivos móviles entre menores es aún más intensivo, se ha registrado una epidemia de miopía infantil vinculada a la exposición prolongada a pantallas, así como a la falta de actividades al aire libre.
Además, el programa del IMSS contempla la creación de un expediente clínico para cada alumno, con recomendaciones específicas para las familias, así como la canalización de los casos con problemas visuales a Unidades de Medicina Familiar del IMSS o centros del IMSS-Bienestar.
Un problema de salud pública
Además de la salud visual, el programa identificó otros retos preocupantes en el entorno escolar:
20% de los menores presentan obesidad,
20% tienen sobrepeso,
y al menos 8% registran bajo peso.
Autoridades de salud y educación coincidieron en que estos datos revelan la urgencia de intervenir con estrategias integrales que fortalezcan el bienestar físico, mental y nutricional de la niñez mexicana.
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