Jorge Mario Bergoglio, quien durante su pontificado fue conocido como el papa Francisco, falleció en las primeras horas de este Lunes 21 de abril a los 88 años. Su período al frente de la iglesia católica inició en 2013 y marcó un cambio sin precedentes en la historia reciente del Vaticano: fue el primer papa latinoamericano, el primer jesuita en llegar al cargo, y el primero en optar por el nombre Francisco, en referencia a San Francisco de Asís y su compromiso con los pobres.
Desde el inicio de su papado, Francisco impulsó profundas reformas en la Iglesia. Una de las más notables fue su combate a los casos de pederastia clerical, una crisis que enfrentó con la creación de comisiones de protección a menores, cambios legislativos internos y encuentros con víctimas. En diversas ocasiones, reconoció el sufrimiento causado por la negligencia institucional, y pidió perdón público a nombre de la Iglesia.
También abrió espacios de diálogo y tolerancia con sectores históricamente marginados. Aunque no promovió cambios doctrinales, sus declaraciones sobre la comunidad LGBTQIA+ —como “¿quién soy yo para juzgar?”— y su llamado a la inclusión generaron un giro en el tono eclesiástico tradicional.
Francisco fue una voz activa frente a los principales problemas globales como el deterioro medioambiental. En 2015 publicó ‘Laudato si’, una encíclica que se convirtió en un documento clave del pensamiento ecologista contemporáneo, donde denunció el declive ambiental y su vínculo con la injusticia social. Desde el Vaticano también condenó la desigualdad económica, cuestionó el modelo capitalista global y criticó con firmeza políticas como las migratorias impulsadas por el presidente estadounidense Donald Trump.
Francisco fue un puente entre religiones: en 2016 se reunió con el patriarca Cirilo de Moscú, líder de la Iglesia ortodoxa rusa, en el aeropuerto de La Habana. Fue el primer encuentro entre los líderes de ambas iglesias desde el cisma de 1054. En 2021, visitó Irak, convirtiéndose en el primer papa en pisar ese país, donde llamó a la paz y a la convivencia interreligiosa en una región marcada por la guerra y el extremismo.
Una voz progresista desde el Vaticano
Su primer viaje fuera de Roma como pontífice también marcó el tono de su papado: fue a la isla italiana de Lampedusa, epicentro de la crisis migratoria en el Mediterráneo, donde denunció la “globalización de la indiferencia” hacia los migrantes y refugiados.
En los últimos meses, pidió un alto al fuego en Gaza y exigió el fin del genocidio del pueblo palestino. Su posición sobre los conflictos armados, la crisis climática y la pobreza lo convirtieron en una figura influyente más allá de los límites religiosos.
Durante su papado, también promovió una mayor participación de las mujeres en los asuntos del Vaticano. En 2021 nombró por primera vez en la historia a una mujer como gobernadora de la Ciudad del Vaticano: Sor Raffaella Petrini.
Con su estilo cercano, su crítica a los lujos eclesiásticos y su énfasis en la misericordia, Francisco deja un legado de apertura, humildad y transformación que marcó una era distinta en la Iglesia católica.


