Miguel “N”, químico de profesión y acusado de al menos siete feminicidios, murió este fin de semana tras ser trasladado del Reclusorio Oriente a un hospital por un supuesto paro cardiorrespiratorio luego de una caída en su celda. Días antes, logró contactar por teléfono a familiares de sus víctimas desde prisión para burlarse de ellas.
El acusado era investigado desde su detención en abril del 2024 por al menos siete asesinatos de mujeres, al momento de su aprehensión se encontró evidencia en su domicilio que sugería la existencia de varias víctimas.
Se estima que el llamado feminicida de Iztacalco operó en total impunidad durante más de diez años en dicha alcaldía, por lo que su caso evidenció graves fallas en las capacidades de reacción y prevención de las autoridades capitalinas.
El pasado domingo 13 de abril, la policía informó que el reo sufrió una caída en su celda, tras lo cual fue llevado al área médica del reclusorio y posteriormente al Hospital General de Iztapalapa. Ahí fue diagnosticado sin signos vitales por un posible paro cardiorrespiratorio.
Miguel ‘N’ tenía ese mismo día una audiencia para definir su vinculación a proceso por dos de los casos en su contra.
Llamadas a las víctimas y reacción de las familias
Pese a que las autoridades aseguraban que el preso estaba en vigilancia permanente, el jueves anterior a su muerte, logró conseguir los números de familiares de las víctimas y realizar varias llamadas desde una caseta telefónica dentro del penal.
Fernanda, hermana de María José, una de las víctimas, fue contactada por el sujeto, quien le dijo que no se arrepentía de nada y que lo que había hecho le satisfacía.
La abogada de la familia de otra de las mujeres asesinadas, Erendali Trujillo, denunció que estas llamadas ocurrieron sin que la Fiscalía activará medidas preventivas, pese al riesgo y agregó que solicitarán acceso a la necropsia del fallecido, pues algunas familias temen que se haya fingido su muerte.
Afirmó que la muerte del acusado “no equivale a justicia” y que se debe investigar a fondo lo ocurrido en prisión.
Líneas de investigación abiertas
Aunque la versión oficial habla de una caída seguida de un paro cardiorrespiratorio, las autoridades indagan también la posibilidad de un suicidio. Existen teorías sobre la posible ingesta de un cóctel de pastillas, ya que no presentaba problemas de salud previos.
El hecho de que el acusado estuviera aparentemente en buen estado de salud ha levantado sospechas sobre las verdaderas causas de su muerte.


