El domingo 13 de abril de 2025, el mundo perdió a Mario Vargas Llosa, último representante del icónico Boom latinoamericano. El escritor peruano, premio Nobel de Literatura en 2010, falleció a los 89 años en Lima, Perú. Su muerte no solo deja un vacío en las letras hispanoamericanas, también simboliza el cierre de un capítulo trascendental en la historia literaria del siglo XX.
El Boom latinoamericano fue un fenómeno editorial y cultural que emergió entre las décadas de 1960 y 1970, cuando escritores de América Latina captaron la atención mundial con obras innovadoras, críticas y profundamente humanas. Vargas Llosa compartió protagonismo con figuras como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes, con quienes transformó la narrativa en español y colocó a la región en el foco de la literatura universal.
A lo largo de su carrera, Vargas Llosa abordó temas políticos, históricos y existenciales. Entre sus obras más reconocidas destacan La ciudad y los perros, Conversación en La Catedral, La guerra del fin del mundo y La fiesta del Chivo. Su estilo riguroso, su visión cosmopolita y su capacidad de análisis lo consolidaron como una de las voces más influyentes de su tiempo.
Su muerte fue lamentada por gobiernos, escritores e instituciones de todo el mundo. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, lo calificó como un «un maestro universal de la palabra». En redes sociales, miles de lectores despidieron al autor con citas de sus obras y mensajes de agradecimiento.
El legado del Boom permanece como uno de los momentos más potentes y transformadores de la literatura en lengua española. Vargas Llosa, con su genio y pasión, fue su último testigo vivo.
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